12 mar 2013

Tiempo

El tiempo deambula con lentitud y desorientación en la espera, se detiene en la renuncia, se le conoce personalmente en los minutos previos y se le olvida caprichosamente en la rutina. A tu lado el tiempo se convierte en todo y a la vez deja de importar para siempre.

¿Dónde quedó el conservadurismo en América Latina? (Publicado en Guayoyo en Letras)

Latinoamérica se ha caracterizado, por supuesto con sus notables excepciones, por ser un continente conservador en sus creencias y, en términos generales, defensor del catolicismo en sus políticas. Es en nuestro continente donde residen actualmente aproximadamente la mitad de los 1.071 millones de católicos existentes en el mundo, según comenta el autor mexicano Diego Cevallos. En comparación con otros continentes, Latinoamerica ha tendido al conservadurismo y a la preservación de ciertos cánones y tradiciones. No hemos sido precisamente los cosmopolitas del mundo, y eso ha sido nuestro sello distintivo. Temas como la despenalización del aborto y la legalización de ciertas drogas, parecían no atreverse a tocar las puertas en América Latina, cuando en el resto del mundo se discutían ampliamente. Todo indicaba que no eramos el continente idóneo para estas reformas, y muchos tomabamos orgullo en ello. Sin embargo, esos días parecen estar llegando a su fin. Sucede que estos temas sí tocaron nuestra puerta. Sucede que en el Sur, Uruguay aprobó la despenalización del aborto sin mayores complicaciones. Por si fuera poco, José Mujica se propuso la cruzada de defender el proyecto de legalización del cannabis como medida para combatir el crecimiento del narcotráfico. Señala que uno de tres presos en el país lo está por delitos relacionados con drogas. No olvidó agregar que el incremento del narcotráfico se dio a partir de la crisis económica ocurrida en el 2002, por lo cual aprovechó la oportunidad no solo de complacer a unos tantos con la medida sino de hacer una sutil propaganda política de izquierda. La derecha es aparentemente la culpable del narcotráfico, la izquierda lo soluciona permitiendo el consumo de la droga. Por su parte en México, un país conocido por su sociedad tradicional, conservadora y sumamente religiosa, el aborto es legal desde hace varios años. Del mismo modo sucede con Cuba, Puerto Rico y recientemente Argentina. La noticia más reciente respecto a lo que llaman la liberalización en América Latina, la tiene Colombia, país en el cual se abre un nuevo debate frente a la legalización de drogas sintéticas, permitiendo el porte de sustancias como el éxtasis. Hace más de un año, Juan Manuel Santos había generado polémica internacional al solicitar a los gobiernos del mundo que se sentaran a discutir la legalización de algunas drogas, entre ellas la cocaína. El tema fue traido a colación recientemente en la última cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). A las puertas de Venezuela no solo se discute la legalización de drogas menores, Colombia parece querer ir aún mas lejos que sus antecesores. Vemos entonces como tenemos hoy a una Latinoamérica ya no tan conservadora, a pesar de la presencia que sigue teniendo la Iglesia frente a su sociedad. Si bien es cierto que estas reformas legales han generado polémica y una oposición que se ha manifestado, ésta no ha tenido la fuerza para articular sus intereses y a los efectos prácticos, su peso deja de ser tan relevante como un día lo fue. "Los países tienen que buscar nuevas rutas para combatir el narcotráfico de una forma más eficiente y reducir el impacto de violencia que provocan las organizaciones criminales" Son muchos los autores de renombre e inteligencia quienes defienden estas políticas y las consideran la solución tanto a los problemas de violencia a causa del narcotráfico como a los problemas de salud derivados de mala praxis abortivas clandestinas. Debe ser entonces que unos tantos nos hemos quedado en dogmas ortodoxos sin sentido, que no creemos que se trate excluisavamente de la “eficiencia” de la solución sino el análisis de la solución en sí misma. Aquellos pocos que no estamos dispuestos a montarnos en el tren de la apertura ni jamás seremos considerados cosmopolitas. Poco importa sin embargo lo que unos pocos pensemos pues nuestros gobiernos, incluso el venezolano , estan “abriendo los ojos al mundo”. Es solo cuestión de tiempo. Artículo Guayoyo en Letras: http://www.guayoyoenletras.net/index.php/2012-08-06-05-07-46/en-lo-global/477-donde-quedo-el-conservadurismo-en-america-latina

El silencio de Latinoamérica frente a una Venezuela sin presidente (Publicado en Guayoyo en Letras)

El silencio ante la decisión del Tribunal Supremo de Justicia en Venezuela sobre la continuidad administrativa de Chávez se hizo sentir, contrario a lo que todo demócrata hubiese esperado, en toda la región. Una sentencia de la máxima instancia jurídica del país, en la que rechaza admitir ausencia alguna del Presidente y respalda una postergación indefinida para su juramentación no pareció ser un evento lo suficientemente crítico a los ojos de los demás gobernantes. El incidente ocurrido en la OEA con el embajador de Panamá ante dicho organismo fue bastante ilustrativo, tratándose incluso de un país que nunca ha manifestado alianza política alguna con el chavismo. Guillermo Cochez, embajador de Panamá ante la OEA condenó que ésta guardara silencio frente a lo que denominó como una posible violación de la Constitución en Venezuela. Asimismo criticó al secretario general, José Miguel Insulza, por haber avalado la decisión del Tribunal Supremo de posponer la investidura del Presidente electo, lo a que su juicio fue catalogado como una convalidación de una serie de eventos sin ningún fundamento legal o ético. Indicó que esto reflejaba que la OEA se convirtiera en “cómplice involuntaria” de lo ocurrido. Tras estas declaraciones, el canciller de Panamá, Rómulo Roux indicó que éstas no fueron autorizadas y la cancillería emitió un comunicado en el que rechazó la posición de su embajador, indicando que la misma “dista mucho de ser la posición del gobierno nacional.” ¿Cuál es entonces la posición de Panamá? La del “respeto a los procesos políticos internos”, concretamente refiriéndose a Venezuela, hacen “votos por el pronto restablecimiento de la salud del Presidente Hugo Chávez.” Una respuesta diplomática por excelencia, elegante y en la que no se responde absolutamente nada. Este silencio, esta posición de neutralidad y si se quiere de aparente desinterés por parte de la comunidad latinoamericana quien parece atreverse a condenar los hechos es lo que la oposición venezolana pretende combatir. Sin mencionar por supuesto la denuncia en sí misma a la Organización de Estados Americanos por fallar en hacer cumplir su propia Carta Democrática. La MUD, a través de una carta enviada a Insulza solicitó dar a conocer a los Estados Miembros del organismo y la situación institucional del país a través de un derecho de palabra. El problema no pareciera ser el desconocimiento de la misma. ¿A qué atribuimos esta respuesta Región? Tal y como señala Fraysinett (2012) en “América Latina frente a la incógnita venezolana” (artículo que recomiendo ampliamente leer) “mucha agua ha pasado bajo los puentes de América Latina, con la instauración de gobiernos izquierdistas o centroizquierdistas y el surgimiento de caminos de integración sin Estados Unidos”. El “kichnerismo” en Argentina, el “lulismo” en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua y José Mujica en Uruguay son evidentes ejemplos de que la tendencia política de izquierda, con sus diversos matices, se ha esparcido alegremente por Latinoamérica. No puede negarse que Chávez ha sido, y sigue siendo aún desde una camilla, un líder regional. En términos más prácticos, el compromiso de Venezuela en su entrada al MERCOSUR resultó fundamental para ayudar a las economías de nuestros nuevos aliados comerciales. La “asistencia económica” que brindamos a países amigos como Nicaragua, Cuba y Uruguay, quienes parecen alimentarse de nosotros bajo el pretexto de la “solidaridad revolucionaria entre los pueblos” o más elegantemente la “complementariedad económica”. El dinero que entra a Venezuela, sale por la misma puerta y dólar por dólar, barril por barril, parece que hemos ido comprando el apoyo incondicional a Chávez por parte de unos, y el silencio de otros menos arriesgados, incluso en momentos de atentados flagrantes a la democracia y el Estado de Derecho. La cautela parece ser pues, la estrategia conveniente de una Latinoamérica pragmática frente a una crisis institucional en Venezuela. La OEA, por su parte, falla estrepitosamente en cumplir su cometido y hacer valer su razón de existencia. Es de suponer entonces que ya no nos quedarán argumentos para aquellos “escépticos” que nos digan que eso de las Organizaciones Internacionales que velan por el cumplimiento de Derechos Humanos no es más que burocracia y cocteles. El mono parece bailar, en efecto, por la plata. Artículo Guayoyo en Letras: http://www.guayoyoenletras.net/index.php/2012-08-06-05-07-46/en-lo-global/462-el-silencio-de-latinoamerica-frente-a-una-venezuela-sin-presidente

Mercosur ¿buena idea? (Publicado en Guayoyo en Letras)

El Mercado Común del Sur (Mercosur) ha recibido un nuevo integrante, nosotros. Venezuela dio un paso adelante en dirección a la integración, la cual no podemos negar que constituye el presente y futuro político del Estado Nacional. Si nos quedamos en este análisis, podríamos concluir apresuradamente que nuestra decisión fue la correcta, la vanguardista, la estratégicamente correcta; si integración es progreso pues debemos estar en el camino adecuado. Ojalá fuera así de sencilla la relación entre premisa y conclusión. La realidad del caso es que tenemos que evaluar el contexto así como la relación costo-beneficio que supondría para Venezuela una integración con Argentina, Brasil y Uruguay en función a nuestra realidad política y económica. Antes de entrar en este análisis, existen ciertas premisas que debemos conocer acerca de Mercosur, de manera de entender a qué tipo de compromiso estaríamos asumiendo. Lo primero que debemos tener claro es que, a diferencia de otros acuerdos de integración, como la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de las cual decidimos salirnos, el de Mercosur es estrictamente comercial y no supone la creación y aplicación de un derecho común en la región, por lo cual el principio de soberanía de cada país se impone. Se trata entonces de un acuerdo que propone en términos generales la libre circulación de bienes entre los países miembros excepto en azúcar y en materia automotriz. En este caso estos se manejan a través de acuerdos bilaterales. Con más de 20 años de existencia, Mercosur ha pasado por distintas etapas, desde sus años dorados hasta los más fuertes estancamientos y situaciones que han desencadenado que algunos países hayan perdido su competitividad frente a otros: como es de esperar, los pequeños frente a los grandes. Es un hecho cierto que después de estos altibajos, existe hoy en día una pérdida relativa en términos económicos en Mercosur por muchos factores, entre ellos por el surgimiento de otros acuerdos que han dado una mayor importancia de comercio extra-zona para sus miembros. Tenemos un Mercosur cuya situación hoy en día no es la ideal, que se caracteriza por incumplimiento de acuerdos, persistencia de asimetría entre sus miembros, déficit institucional, desacuerdos políticos, baja concreción de agenda exterior y debate sobre su futuro, todo ello en medio de una resistencia a la crisis económica global. Esto lo señalan abogados y expertos en el tema como el Dr. Julio César Pineda, Dr. Keneth Ramírez y Dr. Eduardo Porcarelli en la Conferencia Internacional Venezuela hacia el Mercosur. ¿Es este entonces el momento propicio para nuestro ingreso? Por otra parte, ¿Cómo era la situación de Venezuela previa a la entrada al Mercosur? En el año 2011 importamos de los países miembros la totalidad en cifras de lo que exportamos a todo el mundo. Vemos un claro déficit, una dependencia importante a las importaciones, una realidad en la que tenemos poco para ofrecer y exportar. ¿Y ojo, a quiénes exportamos? Principalmente a China, Colombia, Estados Unidos y Brasil. Tenemos que tomar en cuenta cómo afectaría esta integración en nuestras relaciones con Colombia, nuestro principal comprador de la región. Hablando de aliados, recordemos la pertenencia de Venezuela al ALBA. ¿Cómo podríamos compaginar nuestra participación en dos marcos de integración cuyos sustentos políticos se oponen casi diametralmente? Por último, y no menos importante, cabe analizar también el posicionamiento que tiene Venezuela en distintos estudios de organismos internacionales que se dedican a evaluar y clasificar a los países que presentan los mejores y peores climas para hacer negocios en base a la existencia de seguridad jurídica y libertad económica. En diversos estudios Venezuela ocupa los últimos lugares, convirtiéndonos así en uno de los peores países en el mundo para hacer negocios, así de simple. Tomando en cuenta estos elementos, e intentando dar respuesta a estas preguntas al aire tenemos necesariamente que preguntarnos como venezolanos si realmente tomamos la decisión adecuada con un ingreso controversial a un Mercosur decadente, en el marco de un déficit comercial y con tan poco que exportar. En todo caso, el ingreso parece ser un hecho consumado y ya el país se encuentra en los trámites pertinentes para el cambio, los cuales sin duda serán costosos. Todo dependerá de cómo aproveche Venezuela este ingreso, así como de los cambios en su política doméstica y situación económica. No queremos una entrada meramente simbólica, queremos una entrada que responda a nuestros intereses nacionales y los potencie. Los años nos dirán si realmente esta fue una buena idea. Artículo Guayoyo en Letras: http://www.guayoyoenletras.net/index.php/2012-08-06-05-07-46/en-lo-global/436-mercosur-buena-idea

Yo freelanceo (Publicado en revista Climax)

Levantarse a las 5:30 de la mañana y hacer 4 horas de cola diarias por menos de 300 dólares mensuales, es el primer incentivo de todo venezolano para querer renunciar. Tener una profesión en otro país implica como mínimo poder pagarse una renta, hacer mercado, disfrutar de un buen fin de semana y ahorrar en el banco. Un profesional es tratado como tal, con respeto y apreciación por el valor agregado que puede aportar. Aquí no nos alcanza ni para comprar una puerta. No pensamos en ahorrar para el apartamento a futuro, sino para poder comprar el cupón del mes que nos gustó. Compramos un cuadro o una nevera para nuestro cuarto en casa de nuestros padres, pues de ahí no nos vemos yéndonos en un buen tiempo. Tener un trabajo de 8 horas diarias en Venezuela implica cumplir horario, tener jefe, entregar a tiempo lo que se nos asigna, reunirnos, quedarnos hasta tarde cuando hace falta, madrugar aún más temprano en días especiales, ir bien vestidos, aguantar las temperaturas polares de aire acondicionado y llevarnos el almuerzo en la lonchera si queremos que la quincena no se nos vaya en comida. Sin duda tenemos acceso a beneficios adicionales, unos mejores que otros, pero asumiendo que nuestro empleador cumpla las leyes, pues contamos al menos con un seguro médico; uno que otro con suerte hasta con una caja de ahorro. El problema es lo que se gana, cosa que no es culpa exclusiva del empleador sino del país. Quien trabaja en oficina puede agradecer la seguridad del cheque cada quince días, pero jamás dirá que se siente bien remunerado pues el verdadero valor de su trabajo no es compensado. Por eso, yo freelanceo. Me arriesgo a ni siquiera tener para el cupón después de una mala quincena, pero soy dueña de mi tiempo. Decido quedarme en mi casa en las horas pico, como si de un búnker se tratase. Renuncio al carnet guindado al cuello, el escritorio y a la máquina de café en las mañanas. Me olvido de las evaluaciones de desempeño, ni soy parte de la fiesta de Navidad. No me congelo con el aire, ni comparo mi salario con el del amigo que estudió en la misma universidad que yo y sí logro irse al exterior. Trabajar por nuestra cuenta es un riesgo, algunas veces requiere de un capital inicial, otras simplemente de visión de negocio y ganas de intentarlo, en todos los casos de disposición de salir de una zona de aparente confort. Mientras este país no me ofrezca remuneración por el valor de mi trabajo, renuncio a entaconarme y maquillarme en las mañanas, poner la foto de la compañía en Facebook y hablar con aires de grandeza de lo atareada que estoy en las reuniones sociales intentando olvidar el último monto del cheque después de la devaluación. Artículo Revista Climax: http://revista-climax.com/index.php/2013/02/26/yo-freelanceo/
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