9 ene 2013

Cuentos de sala de espera antes de mis 25 #5: Entre globos del deseo, cupcakes y paracaídas

Nunca, y cuando digo nunca lo digo en serio, pensé que podría ver tantos globos del deseo flotando en el aire un 31 de diciembre cuando el año anterior más de la mitad de las personas que los lanzaron probablemente no habían visto uno en su vida. Todo ello sin olvidar que semanas atrás fue prohibido su uso por los bomberos de Caracas, la tierra de lo posible. La foto de perfil de facebook encendiendo el globo no podía faltar el primero de enero. Esta pasó a sustir la foto del lanzamiento en paracaídas del 2011 y la del logo de la empresa de cupcakes y/o trajebaños “porque yo soy emprendedor”.
Cuando algo se pone de moda en Caracas, se pone de moda. Sí, se que no es solo Caracas (y que por algo por alguna razón en la vida que imagino nunca entenderé, el video de Gangnam Style tuvo más vistas ese año que habitantes un país), pero hay algo particular con esta ciudad que no deja de sorprenderme. Pareciera que se tratase de una regla no escrita entre nosotros, y que las redes sociales son el medio a través de cual observamos cuál es el siguiente paso a seguir. Me cuesta escribir sobre este tema sin dar ejemplos con los cuales mis lectores o incluso yo misma no me sienta aludida, porque sin duda yo también he caído en uno que otro reloj de moda, foto típica de instagram (eso sí, nunca la del piso de Maiquetía), canción del momento o lugar de moda. El tema no es convertirse en un hater que se esconda detrás de un mechón de pelo largo y lentes hipster mientras nos dedicamos a escribir en contra de los cánones impuestos (ignorando que simplemente cambiamos de patrón), lo que se propone es analizar si verdaderamente lo que decidimos seguir se adecua a quienes somos. Conservemos la individualidad, que se lance en paracaídas el que realmente lo haya querido desde siempre, el que tenga vocación emprendedora que sepa que puede innovar saliendo de los cupcakes y trajes de baño, es mi deseo para el 2013, que orgullosamente puedo decir no mandé en un globo.

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